Voy a confesarlo: tenía miedo de crecer. Bah, que se yo. Eran esos miedos lógicos que te agarraban porque se suponía que era todo desconocido. Iba a ser raro ser una adolescente. Y mas yo, que siempre había sido Miss Juguete, que vivía en una infancia perfecta (todo gracias a crecer en La Pampa).
Y así llegué a la
tan temida etapa. No me di cuenta, enserio. Si, soy una boluda. Es que pasa
todo tan rápido (parezco mi mamá hablando así). No es que un día te levantas
con granitos en la cara y te empezas a llevar mal con tus viejos. Lo sabes, no
se como explicarlo. Miras a tu alrededor y ves un montón de cosas que no te
gustan y queres cambiar. Y sabes que podes. Y al segundo sentís que no. Y
después te vienen las ganas de vuelta. Y viene tu mejor amiga y se te ríe de
eso. Y le decis: “cállate estúpida, no sabes nada de la vida”. Ah claro, porque
vos si.
Ser adolescente te
hace creer que tenés una maestría en consejos. Y te la pasas diciendo a tu
entorno que es lo que tienen que hacer. Y ni vos sabes como actuar! Pero eso es
lo lindo. Las ganas de cambiar las cosas. La pasión que le pones cada minuto a
eso que tanto te gusta.
Un día leí una
frase de Taylor: “Crecer no es que van a dejar de gustarme las cosas que antes
me gustaban. Sino que le agregué mas cosas a la lista”. Y comencé a reir. Ojala
esto lo hubiera sabido antes, y quizás todos esos miedos que tenía se hubieran
ido. O no, anda a saber.
De chiquito,
adolescente, o adulto, las cosas van a ser iguales. No vas a cambiar quien
realmente sos. No vas a dejar las muñecas porque tenes 15 (vas a jugar a
escondidas). Las cosas no son tan drásticas, porque la vida misma es simple. Se
trata de vivir, de ser feliz. Ese es el gran secreto.
Albertina :)
1 comentarios
los cambios uffff crecer siempre nos trae nuevos desafios, preguntas, respuestas, lagrimas, risas pero lo mejor es que crecemos jjejej besos
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