Hoy creo que...


...Es el mejor de los días del año porque, no hay momento más lindo que reunirse en familia, pelearse en familia, reír, comer, recordar anécdotas.
 
La navidad tiene esa luz, que a diferencia de otras cosas, todos la podemos ver. Es un día con brillo propio, no solo por los fuegos artificiales y las luces del pinito, sino por lo que significa para todos: noche buena. No importa si en la mitad de la cena tu tío se puso en pedo y ya habla boludeces, o si tu hermana te tira un palo delante de tus viejos que no podes frenar y todo termina en una grande discusión que nadie sabe porque empezó. No importa, porque todo termina a las 12, cuando todos nos damos ese abrazo grande y nos deseamos feliz navidad.
 
No importa qué comas, donde comas, cuántas personas sean, no importa porque el resto de la familia no pudo venir, no importa porque no podemos juntarnos todos… importa pasarla acompañados, aunque seamos dos y el perro. ¡Es navidad! Y si para algunos las fiestas nos recuerdan a los que no están lo único que podemos hacer es dedicársela, toda nuestra luz y nuestros deseos van a llegar, ¿eso es lo que pasa con los buenos deseos  o no?
 
Recuerda  los que ya no están con una sonrisa, no con anhelo. Recuerda las anécdotas graciosas, no las tristes, porque de nada vale acordarse de lo malo… ¡la mala onda, trae mala onda! En navidad, por más duro que sea para algunos, hay que demostrar fuerza, confianza y esperanza para lo que viene. Hay que disfrutar el momento, con los que recién llegan al mundo, los que recién empiezan a conocer al famoso Papá Noel,  los que ya pasaron docenas de navidades y todavía están con nosotros contándonos las anécdotas de todos los años.
 
En navidad nos arreglamos, nos ponemos lindos. O no, nos ponemos crotos, total estamos en familia ¿no? En navidad sacamos nuestro talento actoral para llevar adelante el cuento de Papá Noel  para los más chicos. Y puede que nos pisemos entre todos, pero ¿qué lindo que es cuando llegan los regalos de sorpresa no? Renegamos de los nenes que gritan y están eufóricos… ¿pero quién no pasó por eso? Los chasquibun, las estrellitas,  las corridas al arbolito para ver si ya habían llegado los regalos, la impaciencia por ver a Papá Noel. Esa noche, a las 12, podemos por un segundo mirar al cielo y dejar todos nuestros problemas de lado, y sentir paz (aunque no se escuche nada de los cohetes)  siempre nos tomamos un momento para respirar esa paz.
 
Esta navidad, dejemos que ese segundo de paz dure un poco más. Mostremos los dientes para reír no para renegar. Tiremos luz, no fuego… no hagamos ruido, solamente veamos y vivamos el momento. Esta navidad disfrutemos todo lo que podamos, como si fuera la última. No pensemos en nada malo, y si nos pasa algo malo, tomémoslo con tranquilidad. No importa si hay regalos, si no hay, si el noticiero dice que es el fin del mundo, si llueve, si truena, solamente tomemos esta noche buena, con paz y amor.
 
By Ramona 

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