En pocas palabras...


 
Albertina está feliz.
Puede ser porque está otra vez en La Pampa, en su casa, en su patio, con su conejo y su perro, escuchando Ingrid.

Puede ser (también) porque leyó un post de una blogger que escribe divino, y que le dieron muchas más ganas de escribir de las que tenía.
Quizás fue Demetria, con sus sueños locos que le contagió su alegría (y sus ganas de seguir soñado).

Are we there yet? Dice Ingrid. Si, estamos. Estoy en casa. Otra vez en la tranquilidad de un pueblo, en el calor del sol pampeano.
En la laguna patinando con su novio y haciendo una pausa para ver el atardecer desde el muelle (abrazados).

En el centro dando vueltas con sus amigas, y agregando a una futura nosotras como lo es (y va a ser) Juanita.
Riendo con su hermano y su cuñada. Porque estamos todos locos. Porque somos locos lindos.

Albertina está tomando mate con su mamá. Esta peleándola mientras ríe con su papá.
Hace promesas de mates con promesas literarias. Porque Amy sabe que soy colgada y me sigue queriendo igual. Por eso será que la amistad sigue siendo igual como hace años atrás.

Albertina está feliz en su Pampa (en su casa).

1 comentarios

  1. Que bonita entrada :) me gusto mucho, siempre escribís tan lindo!!!

    Con respecto a tu comentario: Vos decís que le digo por el chat del face, o si es que viene cara a cara?

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