Empiezo avisando que soy una adicta a las sagas, a las series, o como quieran llamarlas. Y si, esta es una de las que mas me llegó.

Todo empezó cuando mi querida hermana vino a decirme que, como se nos terminaba Harry Potter, teníamos que encontrar algo nuevo para no aburrirnos. "Hola que tal, mi nombre es Stephanie Meyer y vengo a hacerte feliz".

Comencé con el primer libro y, admito, no fue tanta la emoción. Pero espere a leer el segundo, y cuando ya la cursilería vampírica había terminado y un hombre lobo irrumpió cortó con la dulzura dije, apa. Se le re contra sumó que le empezó a meter acción, y suspenso, y llegó un momento en que no sabíamos cual iba a ser la próxima locura de Bella, o a quien se iba a comer Jasper, o cual era la historia real de Rosalie.

Y cuando terminé el primer libro se lo presté a mi mamá, y a mi hermana, y a mi madrina y a marta y aaaah! Todo el pueblo estaba leyendo Crepúsculo! Y Salió la película con Cedri... No, Edward, perdón! (solo para entendidos de Harry Potter iupi). No tuve mejor idea que llevarlo a mi novio al cine para que se pasara tooooooda la peli preguntándome porque tenía los ojos rojos, si se moría, de quien era hija y diciendo: "Ah, este lobo me cae mal". En vos alta. Cuando todo el mundo estaba callado. (se nota que lo escucho una del Team Jacob porque lo chistaron).

Y así pasé mis días. Entre vampiros, lobos, amores posibles, imposibles y aventuras. Por favor, no dejen de leerlo. Es una fantasía de la cual no van a querer salir.