Cada vez que voy a mi pueblito lindo, todo chiquitito y munito (me ataco el amor) es un terrible CAOS. Nunca, pero nunca, me van a alcanzar ni las horas, ni los días, ni la mente para todas las cosas que tengo que hacer.
Por empezar cuando estoy haciendo el bolso, ya me empiezo a poner histerica (tanto que me cuesta perder la calma, ¿no?): Que tengo que ir a ver a tal, que la tía me esta esperando, que fulanita se va mañana. A ver, ¿nos podemos poner de acuerdo y hacer un asado comunitario en llamado a la solidaridad y mi cordura así los veo a todos de un saque? Ah no, cierto que como es un pueblo, todos están peleados entre si y es imposible. Claro, y a mi que me coma un chancho.
Llego. La primera que veo SIEMPRE e indiscutiblemente es a mi mamá (Mentira, a Flor porque viaja conmigo). La tipa está recién levantada porque siempre llego a las 6 de la mañana y tiene unas ganas de hablar increíbles. Yo, en mi mente, sigo durmiendo en el colectivo. Arribamos a la mansión (bueeeeena) y están mis animalitos lindos. Acá uso toda mi ternura y los recontra puteo porque no me dejan bajar del auto y me embarran toda. Ojo, que después cuando ya estoy un poquito mas despierta les hago jueguitos y todo. Soy mas linda.
Cuestión que ese día tengo que hacer 40 cosas y tengo 24 horas (y por supuesto, tengo que dormir y ver One Tree Hill en el medio). Que tengo que ir a ver a Marta (obviamente, porque sino después todo el año la extraño), que doña Josefa me vio entrar y viene a tomar mate, mis primos me dicen de todo si no paso a saludarlos, mi tía... un caso aparte. La suegra que tambien me quiere ver y está mi hermana que al otro día viaja para Cordoba porque rinde un final. ¿Que hago yo? Me voy a lo de Flor. Si, como lo escucharon. SOY TARADA? No, no se todavía. A ella la veo todo el año, pero se nota que somos tan pesadas que no podemos pasar ni medio día sin chusmearnos algo por mensaje.
A todo esto, ya paso medio de mi día. Y mi hermano que me llama y me dice: ¿Pendeja de mierda donde estás?! Y ahí es cuando me acuerdo que tambien lo tengo que ir a ver a el. La puta... Pero que pasó? Independiente juega a las 5 y mi papá me dice: ni en pedo te llevo ahora que está el partido. Quien me manda a vivir en el medio del campo, eh eh EH? Tranquila tranquila...
A todo esto Luqui me escribe que está tomando mates con Maca y Caro. Tengo que ir, los quiero ver. Y después me voy a lo de Marta a jugar al truco con el hermanito. Y después voy a lo de mi novio para ver a toooooda la familia, que me hacen reír mucho. Y me alcanzan hasta el centro, donde me tomo un helado y charlo con mi tía. De adonde me pasa a buscar mi hermano para ir a comer a casa, porque sí, para todo esto son las 10 de la noche y mis perritos me están esperando.
el tiempo no me da, las patitas para correr de acá para allá tampoco. Pero no es lo mismo el aire pampeano, que el aire platense. Me podré cansar, y renegar, y querer matar a todo el mundo. Pero también me hace feliz los mates en la laguna, o los grillos a la noche. El sol, los pájaros, los arboles. La Pampa.
0 comentarios