Si, yo soy de esas larvas que les encanta abrir la perciana de la habitación a las 9 de la mañana y decir "está lloviendo, me quedo un poquito mas". Ni les cuento a la tardesita, después de almorzar cuando el día está oscuro y se escucha el ruido de la lluvia en el patio del vecino, hacer unos ricos pochoclos y acostarme a ver una copada peli. Me encanta. Amo la lluvia, el frío. Dormir con 4 frazadas, tapada hasta las orejas, y no querer salir porque adentro está re lindo. El olorsito del café invernal, llegar empapada de cursar y que te esperen con ropa seca y unos mates que aparte de endulzarte la vida, te entibien un poquito.
Pero también (y acá me sale la histérica de adentro) me encanta abrir la ventana y que entre el sol (como hoy). Despertarme con el olorsito a tostadas, los rayos filtrandosé por la cortina, un beso y un "buen día bonita". Porque después de días grises y nubes cargaditas de agua, un poco de calorsito solar no le viene mal a nadie. Me gusta que como el día esta "mas o menos lindo" juntarme a comer facturas, torta y mates super lógicos. Charlar de proyectos inconclusos que "el lunes vamos a arrancar (por quinta vez)" con la ventana cerrada para que entre el sol pero no el frío del otoño.
Me encanta que aunque nieve, llueve, truene o salga el sol, hagan de mi día, un día perfecto.
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